Julia Lescano

Nací en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. Realicé mis estudios secundarios en el Bachillerato de Bellas Artes y me licencié como arquitecta en la UNLP donde fui profesora e investigadora en temas referidos a Historia, Arquitectura, Arte y Diseño. Realicé estudios de posgrado sobre historia de la ciudad y arte contemporáneo. En los últimos años he centrado mis investigaciones en la relación que existe entre los espacios, los usuarios y las nuevas tecnologías, cuyo resultado arroja nuevos estilos de vida, lo cual me llevó a publicar el libro Vida escaparate: ¿Vivir para ser visto o ser visto para vivir?

Me reconozco como una aprendiz eterna, amante de los libros, de los idiomas ( ya estudié 4!) y de viajar por el mundo conociendo nuevas culturas, historias y costumbres. Me seducen los colores, las texturas, los aromas y sabores. Tengo una mente y un alma terriblemente curiosa que no se cansa de buscar, probar y experimentar. Desarrollo y convivo amorosamente con todas las mujeres que habitan en mí: la arquitecta y artista, la escritora, la profesora y divulgadora de saberes y todas aquellas que pulsan por emerger.

La necesidad de escribir siempre estuvo presente en mi vida. Pero, con el tiempo, ha ido cambiando el objeto y el tipo de escritura. Mi primer recuerdo es un cuento que escribí para la escuela a mis 8 o 9 años. Más adelante, en el Bachillerato de Bellas Artes, donde me formé como Teórica y Crítica de Arte, escribí innumerables análisis de obras de arte, así como reseñas y críticas de exposiciones en museos y galerías de arte. Luego, en la Facultad de Arquitectura redactaba memorias de proyectos y, una vez licenciada, me dediqué durante años a la investigación, de manera tal que escribía artículos y papers sobre mis investigaciones. También trabajé en la redacción de artículos y entrevistas para revistas nacionales e internacionales. Finalmente, llegó la publicación del libro Vida escaparate. Allí, haciendo uso de mi mirada arquitectónica y humanista, me dediqué a analizar cómo la tecnología está modificando nuestras vidas, así como también, a observar cómo los cambios de comportamiento propios de la exposición intensiva en pantallas generan encuentros en nuevos espacios o territorios virtuales de carácter inmersivo.

Realmente me preocupa cómo el espacio digital está alterando el comportamiento de la sociedad actual y siento la obligación de hacer mi aporte para alertar, concientizar y ayudar a revertir los efectos nocivos que conlleva vivir en un medio híbrido.

Motivada por mi espíritu de docente y mis ganas de enseñar, me dedico a brindar charlas, cursos y talleres, con el deseo de difundir mi conocimiento para que crezca y se expanda, ya que confío fervientemente en la posibilidad de evolución y de transformación del SER.

Con esa intención, creé el formato de las Charlas #SinFiltro para fomentar la lectura y el pensamiento crítico entre los alumnos de los distintos niveles educativos. La propuesta se centra en conversar con un grupo de alumnos sobre los efectos de vivir inmersos en un mundo digital.

En contacto con el profesor a cargo, diseñamos cada charla con el objetivo de brindarles a los estudiantes un espacio de aprendizaje y reflexión en torno a las imágenes que proyectamos y recibimos a través de esa gran “vitrina” en la que hemos convertido la vida.

Las charlas tienen a la libertad como protagonista y el resultado son encuentros íntimos en los que cada voz tiene su tiempo y es escuchada. El diálogo, nutritivo y enriquecedor, es cara a cara, con cámaras encendidas (en caso de ser a distancia) porque las miradas, las reacciones, la gestualidad son muy importantes para esta propuesta.

El objetivo de estas charlas, además de aprender, es motivar a los alumnos a la reflexión y al análisis, invitarlos al diálogo participativo para que abran sus mentes y corazones, poniendo en práctica el hábito de pensar y formular nuevas preguntas en un espacio cuidado y de escucha activa para que, luego de pasar por la experiencia, sientan la necesidad de elaborar nuevos pensamientos o cambiar algunas conductas y hábitos, ya que son conversaciones profundas, que dejan huella y que siembran semillas que seguro germinarán y darán sus frutos.